Rutina

Todo aquello que hacemos repetitiva y constantemente, sin pensarlo o dudarlo, se convierte en rutina, en parte de nuestros hábitos y de quiénes somos. Algunos lo ven como algo malo o aburrido; otros, como falta de creatividad.

Si lo ponemos en el contexto de vida en pareja, para muchos la rutina es señal de que la relación va muriendo o que la relación se ha estancado.

Pero yo creo que la rutina tiene un papel muy importante en nuestro crecimiento personal, y creo también que nos da cierta estabilidad y momentum que son necesarios para tener claridad y orden, tanto de lo que somos individualmente, como de lo que somos en pareja.

Específicamente, creo que la rutina en pareja abre la oportunidad de mantener actividades en común que nos unen en lugar de alejarnos; que nos retan, en lugar de estancarnos y que nos hacen crecer en lugar de dejarnos igual.

Creo que una rutina en la que solo somos partes individuales, sí es destructiva, pero cuando se trata de estar construyendo una vida con alguien, la rutina es necesaria para sentar bases, hábitos, acuerdos y ponernos metas. Creo que si todo esto no existe, cada quien comienza a tomar su rumbo y a poner sus propias reglas. Deja de haber un orden, y una dirección clara de hacia dónde va la relación.

La rutina nos da un sentido de pertenencia y responsabilidad. Quizás haya días que queramos romperla, pero definitivamente nos mantiene la mente ocupada y enfocada y nos permite hacer el mejor uso de nuestro tiempo y tener acuerdos. La rutina, creo, nos permite mejorar la comunicación y los planes y sin duda, creo que nos hace ser un mejor equipo y mejores amigos. Nos da continuidad y creo que esta es necesaria para que algo pueda ser duradero con el tiempo.

Por eso creo que es tan importante tener una vida en común siendo dos individuos y esto nos lo da la rutina. Y como en cualquier disciplina, la rutina nos hace fuertes.