Cada día pido uno más, y sá que eso en algún momento terminará.
Me levanto y digo "genial, tengo un día más" pero sé que también es uno menos.
Se acabarán las peticiones, porque se me habrá terminado el iempo y ya no habrá más qué hacer.
Cada día es un milagro que hay que agradecer.
Quisiera nunca morir.
Al menos no pronto.
No en los siguientes 10 o 20 o 30 años.
Amo la vida.
Amo con quienes vivo.
Siempre vi la vida como un sueño del que no quería despertar.
Mágica, imperdible pero impedible.
A veces no entiendo todo, aunque todo haga perfecto sentido.
Aunque he tenido la fortuna y privilegio de nacer donde nací y de poder ser quien soy.
A veces de verdad me aterra morir.
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